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26 enero, 2016

Una vergüenza más: Europa y los refugiados

Refugiados. Atentos: la vieja Europa acoge entre sus senos a los refugiados que huyen del horror. No corramos demasiado. Lo de los senos era una metáfora. Pero, vamos, que en Europa somos así. No podemos evitar ser así de nobles. Pero mucho. Somos la releche de nobles. La vieja Europa es acogedora. ¡Bien! Garante de la libertad. ¡Bien! Defensora de la igualdad. ¡Bien! Beligerante con las desigualdades y la injusticia. ¡Bien! Y recogemos, al calor de nuestro caverna próspera, a todos aquellos que necesitan protegerse de la demencia. ¡Requetebien! Hacemos lo posible y lo imposible. Por ellos, los refugiados. Y por nosotros, los defensores de los valores de Europa. Todos juntos. Con las manos unidas. De pieles diferentes. De lenguas diferentes. De culturas y dioses diferentes. Todos protegidos al calor de la caverna. ¡Venga, everybody, somos la releche en patinete!

Hasta ahí el panfleto. Casi no llego. Me ha ido justito para llegar al wáter y vomitar. Sabía yo que me iba a sentar mal. No digiero bien. ¡Qué le vamos a hacer! Porque, al mirar alrededor, se me levantan las nauseas. Pero hay que seguir. De las tripas, corazón. Vamos allá. Empecemos por los gobiernos que ponen barreras. De espino. A hombres, y a mujeres y a niños. Gobiernos que ponen a la policía y al ejército a repartir mamporrazos. A hombres, y a mujeres y a niños. Refugiados que se ahogan, día tras día. Solo algunos voluntarios para salvarlos. Voluntarios, europeos, aunque nada que ver con los gobiernos. Voluntarios que acusamos de tráfico de personas cuando salvan las vidas de inocentes. Seguimos. Periodistas que zancadillean y empotran las narices de los refugiados en el suelo. Para hacer una foto más. O porque los odian. ¡Vaya usted a saber! Más. Cupos de refugiados por países. Muy pocos. Pero, cupos que no se cumplen. Se repartieron algo más de 100.000. Pero son millones y a nadie les importan. A España han llegado 18. Un monento. No he dicho 18.000, no. He dicho 18. Tal como suena. Eso sí, uno se hizo la foto con la camiseta del Real Madrid. ¡Qué bonito! Los del Almendralejo F.C no han llegado todavía. Pero siguen muriendo en el Mediterráneo. Hombres, y mujeres y niños. Y los que pasan, aún les queda por aguantar algún que otro ultraje. Después de la dignidad, también les queremos despojar de las pocas miserias que llevan con ellos. Por ejemplo, ahora resulta que Alemania y Dinamarca requisan dinero y pertenencias a los refugiados. Los ricos, requisando las miserias de los refugiados. En Europa... Lo siento, he de volver a vomitar.

Y mientras tanto, nosotros preocupados por los dislates de algún político. Preocupados por si éste o aquél. Preocupados por nuestro ombligo. O, peor aún, preocupados por GHVIP o por si algún payaso de la tele la dice más gorda. ¡Europa! ¿Europa? Esta no es la Europa que esperábamos. Ni soñábamos. Esta no es mi Europa. Lo dejo aquí, tengo que volver a vomitar. A ver si lo echo todo de una vez.